Los tiempos son diferentes. Tras el éxito de nuestro pasado industrial, el noreste de Ohio está evolucionando para volver a reivindicar la innovación y revitalizar su identidad. A los amantes de la gastronomía les encantan los nuevos restaurantes y tiendas de barrio que están apareciendo. Se apoya a los emprendedores y se les considera los nuevos protagonistas de un impacto duradero en el crecimiento económico y la estabilidad. La educación superior, la medicina, el deporte, la tecnología y el medio ambiente están trabajando para lograr un futuro más sano y vibrante. Los artistas también están aceptando el reto. Los visionarios y los pragmáticos están trabajando juntos para realizar cambios duraderos y cultivar comunidades prósperas.

No es fácil. La colaboración requiere iniciativa, comunicación clara, planificación y una serie de habilidades complementarias para tener éxito. Las bases de la colaboración pueden estructurarse de varias maneras.

Encuentre personas que se apasionen tanto como usted por el trabajo que está haciendo. Muchos inversores buscarán financiar a grandes directivos con una idea mediocre antes que invertir en una idea fenomenal respaldada por un liderazgo pobre. Recuerda que debes elegir bien a tus socios.

Si colaboras con un grupo de artistas, averigua quiénes son los demás y qué están haciendo. Investiga en Internet las palabras clave relacionadas con tu proyecto. Utiliza términos y frases amplios y restringidos. Busca asociaciones existentes. Averigua quién se preocupa por el mismo tema o se mueve en la misma dirección que tú. Puede encontrar colaboradores en los lugares más insospechados.

Estas búsquedas también le ayudarán a identificar a su competencia y posibles alianzas estratégicas. Duplicar esfuerzos es un uso ineficaz del tiempo y añade confusión a su público. Defina claramente lo que le diferencia de estas otras iniciativas. Del mismo modo, estas búsquedas le ayudarán a comprender la singularidad de su colaboración. Piense en diferentes maneras de aprovechar esa individualidad.

Si no está seguro de acercarse a un nuevo contacto para proponerle una asociación, lea un poco más sobre cómo darse a conocer.

Es importante empezar con buen pie cualquier colaboración. Una de las mejores maneras de hacerlo es determinar si usted y su posible socio están en la misma línea. Asegúrese de que ambos están de acuerdo en lo que se proponen hacer y por qué. Acuerden una serie de objetivos y esbocen los pasos que van a dar para conseguirlos, tanto en grupo como individualmente. Delimita claramente las responsabilidades y un calendario general:

• Hay que ser franco sobre lo que cada jugador puede asumir teniendo en cuenta cuál puede ser la carga de trabajo y la capacidad general de cada uno.
• Sea abierto al hablar de lo que cada persona quiere y no quiere asumir. Lo más probable es que un compañero disfrute de una tarea que tú tiendes a posponer.
• Redacte un calendario general e incluya tiempo extra para cualquier obstáculo imprevisto.
• Acuerda los futuros pasos a seguir; si una persona tiene un papel más importante o pone más recursos, discute cualquier posible compensación o beneficio que pueda recibir al hacerlo.
• Anota las tareas y responsabilidades mutuamente acordadas para que ambos tengáis claro quién hace qué y cuándo.

Mantén el impulso. Organiza reuniones con un café para hablar de tus planes y de los progresos que has hecho. Habla de los problemas que has encontrado y de cómo puedes aprovechar la asociación para resolverlos. Trabaja continuamente para aclarar cualquier malentendido y mantén la comunicación abierta. Si piensas incorporar una nueva voz, persona, idea, etc., sé sincero con tus socios. Apreciarán su franqueza y su(s) asociación(es) será(n) más exitosa(s) por ello.